CARTA ABIERTA A PABLO IGLESIAS E IRENE MONTERO EN RESPUESTA A SU ESCRITO DE AGRADECIMIENTO POR EL NACIMIENTO DE SUS HIJOS.

 
Estimada Irene y estimado Pablo:
 
Ante todo enhorabuena por el nacimiento de vuestros hijos y, sobre todo, por la favorable evolución de los mismos que, sin duda estará influida en gran medida por los cuidados prestados en la sanidad pública.
Nada que añadir a vuestro apoyo a la sanidad pública y universal. Sin embargo me váis a permitir que os haga alguna puntualización que me parece que, como enfermera que soy, no debo dejar pasar.
Es curioso que vosotros que habláis de castas y clases a la hora de hacer vuestros agradecimientos incorporéis las mismas. Hacéis alusiones a las doctoras y doctores médicas y médicos que han atendido a vuestros hijos. No sabemos si realmente serán doctoras o doctores, pero vosotros contribuís con vuestras palabras a situarlos con dicho grado académico. A la hora de agradecer a otros profesionales no lo hacéis hacía ellos sino hacia la enfermería, cuando antes, sin embargo no lo hicistéis hacia medicina sino hacia las médicas y médicos. Enfermería es ciencia, disciplina o profesión y como tal no hace ni deja de hacer nada. Son las enfermeras las que han prestado sus cuidados profesionales y han contribuido a la favorable evolución de vuestros hijos. Enfermeras que, a lo mejor, son doctoras pero que vosotros directamente les denomináis con su nombre de pila sin ningún otro grado. Sí para los médicos, doctores (lo sean o no) y nada, absolutamente nada, para las enfermeras que ni tan siquiera reconocéis como tales.
Vuestra carta pone en evidencia la falta de valor que concedéis a unos profesionales, las enfermeras y sus cuidados, a quienes tan solo nombráis por su empatía o simpatía que, siendo importantes, tan solo son una parte del verdadero cuidado científico y profesional que han prestado a vuestros hijos y que habéis ignorado.
Posiblemente sin pretenderlo, pero vuestra relevancia mediática hace que tengáis que cuidar estas cosas, habéis establecido las castas que en forma de tópicos y estereotipos siguen estando presentes en el ámbito sanitario.
Vuestros hijos, sin duda, requerirán de nuevos cuidados de las enfermeras. Tan solo espero y deseo que seáis capaces de trasladarles a ellos el respeto y la importancia de los mismos aunque no se les llame doctores y a lo mejor lo sean.
Las castas, Pablo e Irene, no tan solo están en la política, sino que forman parte del día a día de muchos ámbitos. En la Salud el trabajo en equipo de diferentes profesionales es imprescindible. Nadie es imprescindible, pero todos son necesarios con independencia de la profesión que ejerzan. No contribuyáis a mantener unas castas que tanto daño hacen a la sanidad y al trabajo en equipo.
Gracias y enhorabuena de nuevo por ese maravilloso regalo de la vida que es ser padres.

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