AXIOMA ENFERMERO

Los cuidados son la seña de identidad de las enfermeras.

Esta proposición o enunciado parece tan evidente que se considera que no requiere demostración. Es decir, un axioma.

Sin embargo, el axioma no siempre ha tenido idéntico significado o planteamiento. Inicialmente se consideraba, por parte de los griegos helenísticos, que un axioma era una proposición evidente que no requería de demostración previa. Y de alguna manera con los cuidados enfermeros pasaba esto, que eran asimilados como “bien” propio y casi exclusivo de las enfermeras. Sin que requiriese de mayor justificación ni demostración para corroborarlo. Los cuidados eran identificados como algo menor, que se circunscribía al ámbito doméstico y, por tanto, a cargo de las mujeres. Eran razonas más que suficientes para no requerir demostración de profesionalidad ni tan siquiera de identidad enfermera.

Más adelante desde el planteamiento imperante del sistema hipotético-deductivo, pasó a ser considerado como toda proposición que no fuese deducida de otras, es decir, que se constituyese como una regla general de pensamiento lógico en oposición a los postulados que eran considerados como una proposición no evidente por sí misma, ni demostrada, pero que se acepta, ya que no existe otro principio al que pueda ser referida. Es decir, como una premisa que se asume, independientemente de que pueda ser evidente o no y que, por tanto, se usa para tratar de demostrar otras proposiciones. De tal manera que los cuidados se asumían como propios de las enfermeras ya que no existía nadie que los reclamase como parte de su actividad, acción o significación profesional. Se daba por hecho que los cuidados eran a las enfermeras como las enfermeras eran a los cuidados en un intento por fundamentar la proposición.

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