“HACE UN DÍA PRECIOSO. VERÁS COMO VIENE ALGUNO Y LO JODE”

Me había propuesto no escribir ninguna entrada más por descanso estival.

Pero como dice la frase que decora azulejos o carteles colgados en bares, cafeterías y comercios varios “Hace un día precioso. Verás como viene alguno y lo jode”. Y dicho y hecho.

Recién empezadas mis vacaciones, en este tórrido mes de agosto, en el que alguien decidió que debíamos descansar la mayoría de los españoles, con claras intenciones de desconectar y aislarme del mundo para dedicarme a leer algo que escapase a mis habituales lecturas profesionales, a ocuparme de quien merece mi atención, a relajarme y no ocupar mi mente con nada más que pensar dónde ir a refrescarme o a disfrutar haciendo cualquier cosa que no requiera planificación previa (que es lo que hacen de manera permanente los políticos a quienes elegimos para que hagan justamente lo contrario)… justo en ese intervalo de adaptación y desintoxicación estaba, cuando muy a mi pesar llega a mis oídos y ojos una lectura y su correspondiente relato, que no tan solo no tenía intención de leer ni escuchar sino que pensaba que se trataba de una broma de muy mal gusto.

Resulta que la inefable y oportuna Organización Médica Colegial (OMC), muy dada a emitir comunicados, realizar documentos, publicar posicionamientos, presentar denuncias, construir noticias… contra las enfermeras, lanza un documento titulado “La Atención Primaria de Salud (AP) en España en 2025”.

Para empezar, resulta cuanto menos curioso que en el título ya incorporen una clara muestra de lo que pretenden. Es decir, la Atención Primaria de Salud la conviertes en AP eliminando la Salud del acrónimo que van a utilizar en todo el texto. Posiblemente sea por eso que muchas Facultades de Medicina no quieren formar parte de las Facultades de Ciencias de la Salud. Ya digo muy significativo. Para rematar nos dicen en el título que lo que presentan es la AP en 2025. No en la actualidad, no, en 2025, como si fuesen poseedores de una bola de cristal mágica que el resto de los mortales, no médicos, no tuviésemos y pudiesen aventurarnos lo que va a suceder en los próximos 6 años, como si de un capítulo nuevo de la afamada serie de TVE “la máquina del tiempo” se tratase. No se refieren a un deseo, un planteamiento o una proyección, no, nos hablan en su título de una constatación.

Uno pues, se adentra en las páginas de tan enigmático y visionario documento y lo primero que se encuentra es la relación de autores de los temas que posteriormente se van sucediendo. Todos ellos, al menos sobre el papel, doctores. Nada que objetar a lo que entiendo es una realidad y no tan solo la utilización interesada que en este país se hace del más alto grado académico por parte de la clase médica por la torticera traducción del inglés en donde el grado de doctor se identifica con las siglas PhD. Dejemos sin embargo las dudas y centrémonos en lo que es una clara realidad.

Como digo en la relación de autores y temas figuran todas (38%) y todos (62%) de las/os autoras/es del documento, salvo la única autora que no figurando como Doctora es además quien escribe el exiguo capítulo sobre “Competencias de Enfermería en AP”. No entraré en valoraciones académicas ni tan siquiera científicas sobre lo que en el citado capítulo realiza Dña. Julia Nicolás Poza, vocal de Médicos Rurales del Colegio de Médicos de Bizkaia. Pero sí que al menos haré una reflexión sobre la desfachatez que supone el que se atrevan no ya a escribir sobre lo que nos compete a las enfermeras, que no a la enfermería como ellos dicen, sino que además lo hagan de manera tan sesgada, interesada, inoportuna y con ese paternalismo que les caracteriza. Pero que además quien lo haga sea mujer es todavía mucho más significativo y doloroso al hacerlo en relación a una profesión femenina y cuyas profesionales son mayoritariamente mujeres. Patético.

Incorporar un capítulo sobre los aspectos sociales de la feminización de la profesión no es suficiente para ocultar la masculinización de la profesión médica. Es decir, no se trata del número de mujeres que integren la profesión médica, ya muy cercana al 50%, sino del comportamiento que dichas mujeres tienen como médicos (como ellas mismas se denominan) al mimetizar el comportamiento masculino de la profesión. Para muestra un botón. Este documento que aboga por esta feminización lo hace con una proporción de autores masculinos del 62% frente al 38% de mujeres. Un buen intento de feminización, sí señor.

No voy a entrar tampoco en valoraciones profundas en cuanto a los planteamientos que, al menos inicialmente, parecen fundamentados con evidencias científicas, aunque todos sabemos que la pseudobibliografía es un recurso muy utilizado para enmascarar determinados argumentos interesados, tendenciosos, sensacionalistas, corporativistas, falaces y demagógicos a los que tan acostumbrados nos tienen desde la OMC, más todavía si de lo que se trata es de atacar a las enfermeras.

Tiempo habrá para un análisis en profundidad que desenmascare determinadas afirmaciones que no tan solo no son ciertas, sino que son un claro ejemplo de manipulación y engaño que, además, estoy convencido que no comparten muchas/os médicas/os que trabajan diariamente en Atención Primaria de Salud y que se sentirán avergonzadas/os e indignadas/os por lo que se dice en su nombre y a través del, en principio, su máximo órgano de representación profesional. Aunque para tratar de convencer a todas/os convierten a las/os médicas/os de familia y comunitaria en una especie de superhéroes capaces de trabajar en cualquier ámbito profesional. Faltará saber qué opinan sobre esto cirujanos, médicos de medicina del trabajo, cuidados paliativos, geriatras… a los que cuando se descuiden les quitan sus plazas.

No sé si con este catálogo de puestos de trabajo que según la OMC pueden ocupar las Médicas/os de Familia (lo de comunitaria lo obvian sistemáticamente) tratan de reflotar una especialidad como la de Medicina familiar y comunitaria que no olvidemos es la especialidad médica que menos aceptación tiene entre los que aprueban el examen MIR al ser las últimas plazas en cubrirse de toda la oferta de especialidades. Si lo que pasa es que no les gusta trabajar como médicos de Familia a lo mejor lo que deberían hacer es replantearse su especialidad y no tratar de que el modelo arregle sus frustraciones profesionales.

Que ahora quieran aparecer como adalides de la pureza profesional detestando la homeopatía cuando hasta hace muy pocas fechas, no tan solo formaba parte de algunas vocalías de colegios profesionales pertenecientes a dicha OMC, sino que algunos de sus colegiados eran eminentes defensores y partícipes de la citada industria. Paradojas de la vida o hipocresía del mensaje.

Pero el colmo es cuando a las enfermeras nos sitúan en el mismo nivel de riesgo, peligro y toxicidad que a la propia homeopatía. Posiblemente en un intento desesperado para que el Ministerio de Sanidad también emprenda idénticas medidas de control e incluso prohibición que ha realizado con el citado método curativo. Además, nos tildan de intrusas, de ser la causa del aumento de costes, de ser un peligro para la salud de la población y si nos descuidados del fracaso para formar gobierno… entre otras lindezas. En fin, considero que ellas/os mismas/os se retratan.

Pero todo esto no es más que volver a rememorar la cruzada del que se vino en denominar nuevo modelo de AP allá por los años 80 cuando desde la misma OMC lanzaron una ofensiva sin precedentes contra las enfermeras y en concreto contra las consultas enfermeras como medida distractora de las luchas internas que en aquellos años tenían entre ellos a propósito de la especialidad de medicina familiar y comunitaria. Por lo que se ve no han resuelto sus problemas iniciáticos y siguen añorando la batalla contra las enfermeras, que recuerdo, suelen perder sistemáticamente en los juzgados y cada vez más en la calle. No sé realmente que puede ser más doloroso y humillante.

Por último me llama poderosamente la atención que hayan sacado este documento tras la aprobación y publicación del marco estratégico de la Atención Primaria de Salud y Comunitaria por parte del Ministerio de Sanidad, Consumo y Políticas Sociales en el BOE , como resultado de los grupos de trabajo en los que, curiosamente, también participaron. Y es que resulta que en esos grupos de trabajo tuvieron oportunidad de trasladar algunas de las propuestas que ahora nos presentan como si de recetas mágicas y médicas, claro está, se tratasen para curar a la AP. Pero se limitaron a hacer de esos grupos de trabajo una plataforma de reivindicaciones corporativas y corporativistas del tipo de “¿y de lo mío qué?” que no ayudaba precisamente a construir sino a generar confusión cuando no confrontación. Y ahora vienen como si de salvadores del mundo fuesen a decirnos a todas/os lo que debe ser la AP según su particular mirada futurista en 2025. Pero en ese intento no se dan cuenta que vuelven a caer en el mismo error que ha conducido a la AP a estar donde está. Es decir, convertida en un modelo medicalizado, asistencialista, hospitalcentrista, tecnológico, biologicista, egocéntrico, fragmentado, paternalista en el que está claro que no han sido los únicos causantes, pero si uno de los principales al querer eigirse, como casi siempre, en protagonistas únicos de cualquier escenario que acaban por colonizar.

No se trata de adaptar un ámbito de atención a las pretensiones de un colectivo para que sirva a sus necesidades profesionales y corporativas. Se trata justamente de todo lo contrario, es decir, de que las/os médicas/os se adapten con el resto de profesionales que intervienen en los equipos para, entre todas/os, dar la mejor respuesta posible a las necesidades y demandas de la población a la que atienden.

En fin, que no les perdono que hayan roto mi descanso y mi silencio. Pero aún les perdono menos que se arroguen en exclusiva un ámbito como el de la Atención Primaria de Salud y Comunitaria en el que tantos médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, administrativos…hemos trabajado y seguimos trabajando, para que realmente se convierta en el modelo de atención integral, integrado, integrador, intersectorial, accesible, universal, equitativo, participativo y transdisciplinar que la sociedad necesita y reclama y no el escenario propicio para seguir imponiendo un modelo exclusivo, excluyente, paternalista, personalista, corporativista y egocéntrico que plantean con estratagemas salvadoras que ya muy pocos nos creemos y que lejos de generar admiración y respeto lo que hacen es provocar rechazo y escepticismo.

Estaría bien que como máximos representantes de las/os médicas/os de España tuviesen una mirada menos sesgada y subjetiva y se situasen en el papel que de ellos se espera, es decir, el de reguladores de una profesión que lejos de defender la ponen como diana de todos los reproches. Flaco favor hacen a las/os médicas/os. Pero con importarme esto, es algo que las propias/os médicas/os deben resolver a la hora de elegir a las/os representantes que les ponen en tela de juicio desde una hipotética y numantina defensa, como si de cruzadas se tratase, sin argumentos reales y, lo que es peor, con argumentos manipulados y manipuladores. Lo que verdaderamente me importa y preocupa es que la OMC siga actuando desde la inquina, la rabia, la envidia, la sospecha, la conspiración, la mentira, la manipulación, la falacia… para maquillar su inoperancia y presentando una realidad que está trasnochada y es injusta en gran medida con quienes, precisamente, dicen defender. Mala cosa es que identifiquen a las enfermeras como el motivo de todos sus males, cuando fíjense somos precisamente todo lo contrario el mejor remedio para ellos. Se trata exclusivamente de hacer un análisis riguroso y una profunda reflexión que les conduzca al pensamiento crítico que les aparte de lo que Markus Gabrile (2019) dice: “Ahora asistimos a un nuevo tipo de propaganda que trata de decirnos que no sabemos lo que sabemos. Son intentos de manipular a la gente para que crean que no saben lo que saben”

No estaría de más que se diesen una vuelta por muchos sistemas de salud avanzados e incluso próximos en los que hace tiempo que el modelo que plantean quedó desterrado y las/os médicas/os se adaptaron a los cambios sociales y organizativos que se requieren mediante respuestas distintas a las que proponen y dadas en su mayoría por profesionales diferentes que, curiosamente, son a las que ustedes convierten en el blanco de todas sus irracionales iras.

No sé si todo esto será un golpe de calor o simplemente es lo que habitualmente tienen, un ataque de narcisismo profesional que les impide ver que no son tan perfectos como se creen. En cualquier caso, háganselo mirar por su salud y la de todas/os las/os ciudadanas/os.

El cambio de la Atención Primaria de Salud y Comunitaria pasa por el descubrimiento de la verdad compartida y no con la imposición de una verdad oficial como la que tratan de imponer desde la OMC, porque esta última opción nunca conduce al pensamiento crítico e independiente, como nos recuerda Noam Chomsky (2019).