El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen.
Goethe[1]
Tras la victoria, en las elecciones a rector/a de la Universidad de Alicante, de la profesora Amparo Navarro Faure, el pasado día 17, se llevó a cabo su nombramiento oficial y protocolario en el Paraninfo de la Universidad de Alicante, con la presencia del President de la Generalitat, Carlos Mazón, la Ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morán y el Conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, entre otras personalidades académicas, civiles, políticas, militares…
Tras la promesa del cargo de Rectora por parte de Amparo Navarro y de las/os vicerrectoras/es que componen su equipo, fue el momento de los discursos.
En primer lugar, intervino la ministra Diana Morán que reiteró su apoyo a la UA y la gestión llevada a cabo por parte de la Rectora que ha permitido la continuidad de los estudios de medicina. Pero más allá de cualquier análisis sobre las palabras de la ministra, en su intervención quiso recalcar que su opinión y apoyo a la UA trasladados en su anterior visita no habían cambiado. Algo que, adelantaba, no todos podrían mantener, como así se demostró posteriormente.
Pero más allá de las palabras de la ministra, lo que merece destacarse es el comportamiento impropio de quien ostenta la máxima representación de la Universidad Miguel Hernández (UMH), su rector, con un ostensible y nada disimulado lenguaje no verbal que rehuía el contacto visual con la ministra y que acompañó de permanentes y manifiestas expresiones faciales y corporales, gestos y posturas, que finalizaron con su negativa a aplaudir la intervención de la ministra. Lenguaje y comportamiento que continuaron con la posterior intervención de la Rectora de la UA y que tan solo se modificaron con la del President de la Generalitat. Él se encargó de decirlo todo. No hacen falta interpretaciones.
Teniendo en cuenta que su “discurso silencioso” pero no por ello menos escandaloso estaba siendo visto e interpretado por cuantas personas tuvieron oportunidad de verlo directamente o a través de las pantallas de la sala y de cuantas lo siguieron vía online, podemos asegurar que su manifestación tuvo una clara intencionalidad. Si a ello añadimos que el impacto del lenguaje no verbal, según los expertos, es del 65% del total del mensaje, queda todo dicho.
Así pues, el rector de la UMH le ha hecho un flaco favor a su universidad con su triste, incomprensible y reprochable comportamiento, que se aleja del más mínimo decoro y respeto institucional y académico que le correspondería mantener, con independencia de lo que pueda estar pensando, sintiendo o sufriendo. Porque el cargo que ostenta, supone asumir ese comportamiento de respeto y contención que él ignoró.
A continuación, fue el turno de la Rectora recién nombrada. La misma mantuvo en todo momento, a pesar de la difícil y delicada situación generada previamente por las protestas que contra el Sr. Mazón se produjeron, la serenidad, compostura y entereza propias del cargo acababa de prometer. En su turno de palabra, lejos de ahondar en la herida abierta como consecuencia de los intentos por paralizar los estudios de medicina en la UA, centró su discurso en exponer los objetivos a lograr durante su próximo mandato, sin reproches ni acusaciones y agradeciendo a su equipo y a toda la comunidad universitaria el apoyo recibido. Así mismo lanzó un mensaje de unidad y trabajo compartido entre todas las universidades valencianas que permitan avanzar en el logro de retos importantes para la universidad en su conjunto y para la sociedad de la que forman parte. Un mensaje, en este caso verbal, pero acompañado de la serenidad que trasladaba con el no verbal, que fue respondido con una ovación unánime de todo el auditorio puesto en pie, la mayoría de manera sincera y voluntaria y otros obligados para evitar quedar en mayor evidencia de lo que ya lo habían hecho.
Finalmente tomó la palabra el President de la Generalitat Valenciana que empezó su discurso presentándose como adalid de la concordia, la unidad y la colaboración entre todas las partes, en una clara demostración de desprecio hacia la comunidad universitaria a la que se estaba dirigiendo. Como si, con sus palabras, se pudiese borrar la actitud que él y su gabinete mantuvieron durante los meses previos con relación a la UA y su defensa de los estudios del grado de medicina, a la que acusaron, a través de su conseller de Educación, de presentar un proyecto plagado de errores en un momento en el que se estaba elaborando la sentencia relativa al recurso presentado por la UMH. Agitando la discordia y reabriendo heridas entre las dos instituciones universitarias alicantinas.
Continuó con un halago artificial e impostado sobre su vinculación a la UA y la importancia que la misma tenía para la sociedad alicantina y valenciana. Continuó con una exposición repleta de referencias a sus logros y proyectos al frente de la Generalitat y la crítica permanente al gobierno central, en una nueva muestra del victimismo defensivo que últimamente viene adoptando en todas sus manifestaciones públicas. Actitud que evidenció su incapacidad de distinguir entre un mitin, una intervención parlamentaria o un mensaje institucional como el que estaba pronunciando. Nada dijo, sin embargo, del pacto con el rector de la UMH para implantar estudios de Enfermería en dicha Universidad al margen, claro está, de la UA. La diferencia, y ambos lo saben, es que la UA no va a proceder con recursos judiciales como hizo el mentado rector.
Finalmente, su intervención fue aplaudida por la mayoría de los asistentes, como muestra del respeto institucional que la comunidad universitaria de la UA sabe mantener a pesar del desprecio que a su inteligencia trasladó en su intervención. El tiempo, juez implacable, justo e insobornable, dispondrá y determinará el lugar en el que cada cual queda.
En resumen, creo que el acto demostró la diferencia entre una Señora que asume con coherencia, elegancia templanza, talante y máximo respeto su condición de Rectora de la UA y lo que ello representa y la de unos señores que, haciendo gala de desprecio, incapacidad, torpeza, incoherencia, indolencia y falta de respeto, actúan como hooligans. Y de una comunidad universitaria seria, rigurosa, comprometida con la universidad y lo que la misma significa y respetuosa con las instituciones y autoridades, aunque discrepen de sus planteamientos y de sus actitudes y actuaciones.
Por todo ello podemos decir que las formas marcaron la diferencia.
[1] Poeta y dramaturgo alemán (1749-1832).
Es tristísimo que pasen estas cosas que ponen de relieve la falta de educación, de categoría y el no saber estar de aquellos que por el puesto que ocupan deberían dar y ser ejemplo. El mundo parece inclinarse por una pendiente peligrosa y las autoridades no se dan cuenta o por motivos “impresentables” no quieren darse cuenta.