Esto es lo que pasa cuando se pone al frente de la Consejería de Sanidad a personajes mediocres por amiguismo y sin capacidad. La ignorancia es muy atrevida, pero sobre todo es muy peligrosa. Las enfermeras deberemos tener en cuenta a quien votamos para que estas cosas no se repitan muchas más veces, aunque posible y desgraciadamente no será la última ni casi seguro la más grave.
Dicho lo cual ponerse a explicarles a semejantes dirigentes lo que somos y hacemos las enfermeras es tanto como darle margaritas a los cerdos. No está hecha la miel para la boca del burro.
Que cada cual saque sus propias conclusiones.
Pero que no nos quepa duda que dentro de nada dirán que se ha sacado de contexto o le echarán las culpas a algún técnico o funcionario. Es lo que tiene.