El último acto de violencia del género cometido en España, que ha provocado el asesinato de una mujer y sus dos hijos, ha sido declarado por parte del actual Presidente de la Junta de Andalucía como crimen familiar, en una nueva muestra de cinismo político.
Al contrario de lo que sucede con la pandemia de la COVID-19, para la violencia del género no existe posibilidad de vacuna, por lo que el riesgo es permanente y continuado. El virus que la provoca tan solo se elimina con la educación, la cultura y la lucha pacífica, pero permanente, contra quienes quieren perpetuarla como forma de hegemonía machista, ante la que las enfermeras tenemos mucho que ayudar.