AXIOMA ENFERMERO

Los cuidados son la seña de identidad de las enfermeras.

Esta proposición o enunciado parece tan evidente que se considera que no requiere demostración. Es decir, un axioma.

Sin embargo, el axioma no siempre ha tenido idéntico significado o planteamiento. Inicialmente se consideraba, por parte de los griegos helenísticos, que un axioma era una proposición evidente que no requería de demostración previa. Y de alguna manera con los cuidados enfermeros pasaba esto, que eran asimilados como “bien” propio y casi exclusivo de las enfermeras. Sin que requiriese de mayor justificación ni demostración para corroborarlo. Los cuidados eran identificados como algo menor, que se circunscribía al ámbito doméstico y, por tanto, a cargo de las mujeres. Eran razonas más que suficientes para no requerir demostración de profesionalidad ni tan siquiera de identidad enfermera.

Más adelante desde el planteamiento imperante del sistema hipotético-deductivo, pasó a ser considerado como toda proposición que no fuese deducida de otras, es decir, que se constituyese como una regla general de pensamiento lógico en oposición a los postulados que eran considerados como una proposición no evidente por sí misma, ni demostrada, pero que se acepta, ya que no existe otro principio al que pueda ser referida. Es decir, como una premisa que se asume, independientemente de que pueda ser evidente o no y que, por tanto, se usa para tratar de demostrar otras proposiciones. De tal manera que los cuidados se asumían como propios de las enfermeras ya que no existía nadie que los reclamase como parte de su actividad, acción o significación profesional. Se daba por hecho que los cuidados eran a las enfermeras como las enfermeras eran a los cuidados en un intento por fundamentar la proposición.

Continuar leyendo «AXIOMA ENFERMERO»

LOTERÍA FORMATIVA. EL PREMIO SON LOS PUNTOS.

La lotería, y más concretamente la lotería de Navidad, supone un punto de inflexión anual en la vida de muchas personas. Lo es durante unas horas en las que las bolas parecen como si se peleasen por salir, o por no hacerlo, del bombo en el que giran incesantemente. Lo es mientras la monótona y repetitiva cantinela de niñas y niños uniformados, que parece como si no tuviesen otro objetivo en sus vidas que hacerlo, tararean los números grabados en las bolas que finalmente han salido y la cantidad de euros que se corresponden según lo grabado en otras bolas. Lo es mientras periodistas de todas las cadenas radiofónicas y canales televisivos se apresuran por decir dónde se ha vendido tal o cual número y tratar de localizar al lotero o lotera que han repartido el preciado premio y conocer la alegría que parece producir esa venta. Lo es mientras el cava acompaña las risas, el nerviosismo y las lágrimas de agraciadas y agraciados con el reparto de dinero para el que previamente han tenido que invertir cantidades importantes de dinero y en ocasiones de tiempo para adquirir los números de la suerte impresos en décimos o papeletas. Lo es para el resto de personas a las que sin ser agraciadas con premio alguno se contagian de alegría y de una deseada salud que compense la falta de suerte con los números que portaban. En definitiva, parece como si una locura colectiva contagiase a toda una nación y no existiese nada más importante durante las horas de ese que ha venido en denominarse el Sorteo de Navidad, en el que, aunque tan solo sea por ese día, todo el mundo desea ser agraciado con la obesidad del premio mayor, es decir, el gordo.

Este es tan solo un ejemplo, de otros muchos, en los que decidimos invertir dinero e ilusión en algo deseado pero que no sabemos si realmente se cumplirá. Lo hacemos, además, con alegría y lo repetimos de manera puntual y sistemática, a pesar de los “fracasos” reiterados por no ser agraciados con la suerte o con el logro deseado con nuestra inversión.

Es pues, precisamente por eso, que me causa mayor perplejidad la resistencia o negación que muchas ocasiones genera la inversión en el futuro profesional enfermero. Y la negativa no es siempre a una inversión económica sino la que se refiere a una inversión personal de tiempo, esfuerzo, dedicación y compromiso.

Continuar leyendo «LOTERÍA FORMATIVA. EL PREMIO SON LOS PUNTOS.»

EL PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE JOSÉ RAMÓN MARTÍNEZ RIERA, ENTRE LOS FINALISTAS A MEJOR DOCENTE DE ESPAÑA 2018

El profesor titular del Departamento de Enfermería Comunitaria. Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia de la Universidad de Alicante (UA) José Ramón Martínez Riera se encuentra entre los finalistas a Mejor Docente de España 2018, según un comunicado de esta institución académica

Martínez Riera ha superado la primera criba de candidatos a Mejor Docente de España 2018 de los Premios Educa Abanca donde se enfrentaba a otros 356 aspirantes en la categoría de universidad y es uno de los diez finalistas de esta edición que dará a conocer el ganador el próximo 10 de enero, informa la nota de prensa.
Según la UA, Martínez Riera es «el único finalista» de la Comunitat en la categoría de enseñanza universitaria y entre sus rivales hay tres profesores de Castilla y León, otros tantos de la Comunidad de Madrid y tres más de Aragón, Asturias y Galicia.
Todos ellos han llegado a ser finalistas por sus propios méritos y tras la valoración de estos de conformidad con una baremación previamente establecida, señala el comunicado.
Sin embargo, para ser candidatos han necesitado algo más que su currículum. Ha hecho falta que sus propios alumnos sean quienes les propongan.
En este sentido, el docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UA ha destacado que el hecho de que «se reconozca el trabajo que se desarrolla es muy importante».
«Y que lo hagan las/os estudiantes es aún más emotivo al ser los principales protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje. Quienes verdaderamente pueden establecer una evaluación objetiva y sincera de lo que reciben y lo que se les deja aportar», ha dicho.
Sobre los motivos de su nominación, Martínez Riera se ha mostrado sorprendido y ha asegurado desconocerlos. «Supongo que a alguien le debe gustar mi docencia», ha comentado.
El finalista de la UA a los premios a Mejor Docente de España 2018 se ha referido a las máximas que caracterizan su forma de impartir clase: «dinamismo, participación, reflexión, creatividad y respeto», además de «creer y querer la educación».
La entrega de premios a los Mejores Docentes y del diploma conmemorativo a los diez finalistas de cada categoría tendrá lugar el próximo 23 de febrero durante el segundo Congreso Mundial de Educación (Educa 2019), en Santiago de Compostela. EFE

Más información en:

NOTICIAS

ARCANO ENFERMERO

 

Parece como si en muchas ocasiones existiesen secretos que impidiesen entender el por qué de determinados comportamientos, pensamientos e incluso decisiones relacionadas con el desarrollo de la enfermería en su conjunto. Como si de un arcano se tratase al ser algo muy difícil de conocer por ser recóndito o reservado.

Pero realmente no se trata de ningún secreto. Más bien es un secreto a voces lo que pasa con la visibilidad enfermera.

Son reincidentes, insistentes e incluso me atrevería a decir que cansinos los llantos por la falta de reconocimiento, valoración, aprecio y visibilidad que las enfermeras ensayan como si de plañideras se tratasen. No seré yo quien minimice o intente negar que, en parte, es verdad que esta invisibilidad existe. Pero considero que la misma no debe continuar siendo en ningún caso la excusa para mantener el llanto permanente por una cuestión que parece que tratemos de mantener como un arcano valioso de nuestra propia identidad simbólica, como sucede con los 22 arcanos mayores del tarot, por ejemplo, en los que cada uno de ellos representa una imagen de carácter arquetípico, con numerosos simbolismos. Nada más lejos de nuestra identidad y aún menos de nuestro simbolismo. Ni tan siquiera, como sucede con el juego del Tarot, puede entenderse nuestro aparente arcano como una «adivinación» del pasado, de la situación presente o la del futuro.

Muchas son las razones que podríamos argumentar para fundamentar esa invisibilidad. Algunas históricas, otras culturales, de relación de poder, sociales e incluso políticas. Pero ninguna de ellas puede continuar siendo utilizada mientras se mantenga la inacción, la parálisis, la ceguera y la falta de visión que provocan el llanto permanente.

Las enfermeras debemos aparecer ante la profesión, la disciplina, la sociedad, la comunidad científica, la política y la sanidad, “lloradas”. Porque nuestro llanto ya no genera lástima, ni dolor, ni interés, ni tan siquiera llama la atención. Nuestro llanto, por el contrario, tan solo provoca irascibilidad, rechazo, hartazón, cuando no ignorancia. Y no hay peor desprecio que no mostrar aprecio.

La rabia que provocan determinadas situaciones, la indignación de determinados comportamientos, la repulsa ante posiciones intransigentes, el rechazo a la falta de interés, la incomprensión a lo evidente… deben de dejar de provocar el llanto y empezar a generar el posicionamiento razonado, la fundamentación científica, la aportación evidente, la acción de la motivación, la inquietud del inconformismo, la decisión de la complicidad, el coraje de la fortaleza… que permitan la visibilidad de nuestros cuidados allá donde los prestemos.

Continuar leyendo «ARCANO ENFERMERO»

2017-2018, años de aniversarios

Han coincidido casi en el tiempo dos acontecimientos que marcaron claramente el desarrollo disciplinar y profesional de las enfermeras. El pasado 2017 se cumplieron 40 años de la entrada de los estudios de Enfermería en la universidad. Por su parte, en este 2018 se han cumplido también 40 años de la Declaración de Alma-Ata, que supuso un punto de inflexión en el abordaje de la salud y en el denominado nuevo modelo de Atención Primaria en España. La entrada de los estudios de Enfermería en la universidad significó un avance para el desarrollo disciplinar que, aunque no colmaba todas las expectativas iniciales, permitía ser optimistas. No fue una tarea fácil, pero el esfuerzo, el compromiso y la confianza de un grupo de enfermeras hizo posible vencer las resistencias que se generaron en torno a aquella decisión.

Estos 40 años han servido para tomar las riendas de la formación universitaria y para consolidar unos estudios que cambiaron radicalmente los planes de estudios, adaptándolos al paradigma enfermero, dando cabida a las nuevas realidades sociales y profesionales que, por ejemplo, el nuevo modelo de Atención Primaria, derivado de la Declaración de Alma-Ata, exigían. 
Sin embargo, nuestra posición en la universidad impedía el máximo desarrollo disciplinar. Muchas enfermeras tuvieron que acceder al doctorado a través de otras licenciaturas, pero ello no supuso un abandono de la Enfermería por parte de las mismas, claro indicador de fidelidad. No fue hasta la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior cuando las enfermeras lograron romper el techo de cristal que les impedía crecer. Tras 40 años de permanencia en la universidad, la Enfermería está situada al mismo nivel que cualquier otra disciplina universitaria, a pesar de que muchos siguen intentando que no sea así.
Casi a la vez se producía otro hecho que cambió el papel de las enfermeras en las instituciones sanitarias. Los cambios organizativos derivados de la Declaración de Alma-Ata dieron lugar a la promulgación de la Ley General de Sanidad, que establecía las bases para el desarrollo de la Atención Primaria de Salud, propiciando que las enfermeras adquiriesen nuevos roles y protagonismo en el citado nivel de atención. Las consultas enfermeras, la participación comunitaria, la promoción de la salud, la Educación para la Salud, etc., constituían una oportunidad de crecimiento profesional autónomo no conocido hasta entonces y que las enfermeras supieron aprovechar situándose como referentes del nuevo modelo y de su desarrollo. Terminando este año, es necesario reflexionar sobre cuál es la situación actual tanto en la universidad como en la Atención Primaria, y cuál el papel que en ambos ámbitos juegan y pueden jugar en el futuro los profesionales enfermeros.
La universidad se ha convertido en un entorno hostil especialmente para las enfermeras. Los criterios de excelencia universitaria pasan por primar la investigación como mérito casi exclusivo de desarrollo según los indicadores de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), que imponen unas exigencias difíciles de alcanzar para estas profesionales al situarlas al mismo nivel de las ciencias biomédicas, teniendo que competir en un mundo editorial mercantilizado y de muy difícil acceso para lograr los indicadores exigidos. Estas dificultades, unidas a los exiguos sueldos cobrados por el Personal Docente e Investigador (PDI), suponen un repelente para la aproximación de las enfermeras a la universidad, lo que genera nichos de ocupación para otras disciplinas con la siguiente colonización de las facultades y departamentos de Enfermería, que ven mermadas las plazas ocupadas por estas profesionales.
Por su parte, la Atención Primaria, escenario idóneo de desarrollo profesional de Enfermería, fue perdiendo progresivamente sus rasgos diferenciadores, en el que el paradigma enfermero encajaba perfectamente, para ser cada vez más asistencialista, biologicista, medicalizada, tecnologizada y centrada en la enfermedad, lo que claramente desplaza el modelo enfermero, que tiene que jugar cada día un papel más técnico. 
La oportunidad que la Atención Primaria supuso para las enfermeras se fue diluyendo por la marcada presión médica, la falta de planificación en la ordenación profesional, la nula voluntad política por crear plazas específicas de especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria, a pesar de estar formando especialistas desde hace más de ocho años, la deriva asistencial centrada casi exclusivamente en la demanda, el abandono de la promoción de la salud, la escasa participación comunitaria y la progresiva desilusión al ver cómo se desmoronaba el proyecto en el que tanto trabajo se había invertido.
Sin embargo, no es momento de desánimos ni de abandonos. A pesar de todo ello, las enfermeras podemos revertir esta situación a través de nuestra aportación específica, la generación de evidencias y el liderazgo de los cuidados enfermeros, adaptándonos, como muy bien sabemos hacer, a las circunstancias del momento. Ahora más que nunca las enfermeras debemos demostrar que nuestra aportación es exclusiva e imprescindible, en la universidad y en Atención Primaria, para el logro de las METAS deseadas.

Editorial Metas de Enfermería DICIEMBRE 2018 N° 10 Volumen 21

LA HUELGA COMO EXCUSA. «Y LAS ENFERMERAS PA CUANDO?»

En Cataluña se están viviendo procesos complejos de reivindicación social que tienen su extensión en reivindicaciones profesionales como las de la sanidad.

En este sentido en las últimas semanas se están produciendo protestas y huelgas de los profesionales de la salud de Atención Primaria que sin embargo han sido capitalizadas y monopolizadas por los médicos en una nueva muestra de su voraz fagocitosis.

Sin entrar a valorar los aspectos por los que se ha decidido asumir la siempre difícil decisión de una huelga, por las consecuencias directas e indirectas que las mismas tienen en quienes la convocan y las padecen, lo bien cierto es que finalmente se decidió que la situación era lo suficientemente grave y general para que fuese asumida de manera unitaria por los diferentes colectivos profesionales de la sanidad catalana, tanto sanitarios como no sanitarios.

Sin embargo desde el mismo instante en que se hace efectiva la citada huelga, esta es imputada en exclusiva a los médicos y a sus reivindicaciones y así es difundida por los medios de comunicación. Medios a los que se les recuerda, por parte de otros colectivos, que la huelga no es tan solo de médicos, pero que a pesar de ello, bien por miopía informativa, interés divulgativo o distorsión de la realidad, o una mezcla de todos ellos, persisten en su información centrada en las reivindicaciones médicas como elemento exclusivo de las protestas. La Atención Primaria se convierte en Atención Médica Primaria como efecto de esta simplista relación entre el ámbito de actuación, la Atención Primaria, y quienes aparentemente en el mismo participan y actúan de manera exclusiva, los médicos.

Las enfermeras, que una vez más entendieron que era una buena decisión el sumarse a una huelga de manera conjunta, con los compañeros médicos, para hacer mayor fuerza en las legítimas demandas de mejora de la sanidad catalana, vieron y comprobaron como estas se disgregaban y se concretaban en una protesta de exclusividad médica centrada en el manido y difícilmente sostenible argumento de un tiempo de consulta estandarizado, en este caso de 12 minutos, posiblemente como consecuencia de la revalorización del tiempo transcurrido desde que exigieran 10 minutos en otra célebre protesta que no logró que se consolidase el tiempo exigido de atención. No es razonable ni racional este planteamiento pues las necesidades de atención, y por tanto el tiempo que a las mismas se debe dedicar, no se puede ni se debe estandarizar. Lo razonable y racional es gestionar adecuadamente el tiempo y priorizar necesidades a las que dedicar el tiempo que, en cada caso, sea necesario. Lo contrario es instalarse en el discurso fácil y dogmático de cara a la galería.

Continuar leyendo «LA HUELGA COMO EXCUSA. «Y LAS ENFERMERAS PA CUANDO?»»

LAUDATIO A Mª PAZ MOMPART GARCÍA

Laudatio pronunciada con motivo de la Recepción y Nombramiento de Mª Paz Mompart García como Académica de Honor de la Academia de Enfermería de la Comunitat Valenciana el 22 de noviembre de 2018 en el Auditorio del Jardín Botánico de València.

La verdad es que resulta difícil presentar a la Profesora Mompart. No porque no haya méritos, aportaciones, referencias o acciones que aportar, sino precisamente por todo lo contrario. Porque su bagaje es tan amplio e importante que no sé muy bien si sabré condensarlo, ordenarlo y presentarlo en su justa y necesaria medida. Pero precisamente ese es el cometido que se me ha encomendado y al tenerlo que hacer como laudatio, es decir, como elogio que originalmente era entendido como panegírico en honor de una persona, me hace sentir mejor por cuanto es algo que no tan solo me anima sino me agrada.

El término referente suele aprovecharse para nombrar a quien sobresale y es, por lo tanto, un exponente o un símbolo dentro de un determinado ámbito. Y por ello no cabe duda de que la Profesora Mompart es un referente de la Enfermería tanto en España como en Latinoamérica. Y lo es, más allá de que se quiera glosar su figura en un acto tan protocolario, académico y formal como este, porque la Enfermería necesita tener referentes como ella. Referentes que vayan más allá de lo simbólico para situarse en lo concreto, práctico y pragmático. Y los necesita no porque no los tenga, sino porque no los ostenta, presenta y respeta. Y considero que este es un foro y un acto adecuados para, reivindicarlo, hacerlo y consolidarlo. Porque una disciplina sin referentes no puede considerarse una disciplina científica, académica, seria y rigurosa. Y este acto precisamente lo que hoy presenta y quiere representar es todo esto a través de la Academia de Enfermería de la CV.

Dicho lo cual me permite presentar de manera diferente al simple relato curricular a la Profesora Mompart. Porque ya no es tan importante, que lo es, lo hecho y aportado, como lo que ha significado, significa y significará para la Enfermería. De esta manera la Laudatio que ahora presento lo es tanto para la protagonista de la misma como para la Enfermería a la que ha nutrido como referente.

La Profesora Mompart es enfermera, más allá de los títulos nacionales e internacionales que se lo reconocen con diferentes y no siempre acertadas denominaciones y es también Licenciada en Humanidades. Así mismo es Máster en Investigación Cualitativa en Salud y Especialista en Administración de Servicios de Enfermería, y una amplia formación de posgrado en gestión y docencia fundamentalmente.

Continuar leyendo «LAUDATIO A Mª PAZ MOMPART GARCÍA»

ENFERMERA Y  UNIVERSIDAD

¿Cuál es su profesión? Profesor Universitario.

Cuántas veces hemos escuchado y seguimos escuchando esta respuesta.

Y siempre que la he escuchado me ha parecido que se estaba intentando ocultar algo. Porque nadie estudia para ser Profesor de Universidad. Se puede trabajar como Profesor de Universidad, pero no es esa la profesión de quien lo hace. Para ser Profesor de Universidad uno tiene que haber cursado previamente estudios que le faculten en el marco de alguna disciplina, la que sea.

Así pues, yo soy enfermera y precisamente mi condición de enfermera me ha permitido y facultado para ser Profesor Universitario.

Se trata de una de las formas más exclusivas de invisibilización enfermera. La Universidad “viste” mucho y da esplendor y por tanto permite “tapar” de manera intelectual e incluso científica la condición de enfermera. Y digo que permite tapar, porque no entiendo el por qué de esa negación de lo que verdaderamente se es, enfermera. No es algo que suela suceder en otras disciplinas en las que, con independencia de lo que se haga, los profesionales se identifican como lo que son, es decir, biólogo, psicólogo, químico… pero no como Profesor Universitario.

Y esto que puede ser considerado como algo banal o sin mayor trascendencia, para mí la tiene y mucho.

Porque como docente en una ciencia concreta como en este caso es la enfermería, se debe tener claro cuál es la identidad profesional de quien como tal actúa. No hacerlo, ocultarla o enmascararla, conduce a que lo que se traslada como conocimiento que trata de construir la identidad profesional enfermera queda desvirtuado, desdibujado, enmascarado y, por tanto, se contribuye a la desvalorización de ser y sentirse enfermera y en consecuencia a la perpetuación de no poner en valor el orgullo de sentirse como tal.

La Universidad, como cualquier otro ámbito de actuación, no debería ser utilizado nunca como parapeto de la identidad enfermera. Todo lo contrario, debería utilizarse como caja de resonancia de dicha identidad, a través de la aportación docente que permite formar enfermeras competentes y consecuentes.

Continuar leyendo «ENFERMERA Y  UNIVERSIDAD»

A TODAS LAS ENFERMERAS COMUNITARIAS POR SU COMPROMISO E IMPLICACIÓN EN y CON LA COMUNIDAD.

MASCULINIDAD ENFERMERA. LA IMPORTANCIA DE LA DIVERSIDAD

Nadie, salvo quien quiera obviar la realidad, puede negar la feminidad de la enfermería como profesión/disciplina. Es decir, podemos decir, yo así lo sostengo desde hace mucho tiempo que Enfermería es femenina, lo mismo que sostengo que la Medicina es masculina.

Esta aseveración considero, sin embargo, que no viene determinada tanto por el mayor o menor número de los miembros de uno u otro sexo que componen a las citadas profesiones sino a las construcciones sociales que de masculinidad o feminidad se realizan y que se interiorizan y naturalizan de tal manera que acaban por generar unos ideales de lo que deben de ser. De tal manera que se identifica a la enfermería como femenina y con las características femeninas propias de una sociedad patriarcal. Mientras que, de manera antagónica, se identifica a la medicina como masculina.

La influencia del medio que nos rodea, ya sea la iglesia, la política, la familia, la escuela y los medios de comunicación, entre otros, ha inculcado diversas ideas que estereotipan la diferenciación de los sexos. Por tanto, han designado roles en los cuales se subestima el género y se otorga un trato desigual con respecto a la masculinidad y a la feminidad que determina, en gran medida, la elección de lo que quieren ser y cómo ejercerlo, lo que finalmente acaba por estereotipar también las propias profesiones/disciplinas desde esa perspectiva de masculinidad/feminidad mal entendida y peor asumida por las partes.

Esta dicotomía conduce a posicionamientos que, tanto desde la masculinidad como de la feminidad, contribuyen a perpetuar los tópicos y estereotipos de ambas profesiones. Pero la citada dicotomía tiene una especial significación en la masculinidad por cuanto su principal característica es posicionarse en contra a lo femenino reprimiendo cualquier provocación que se haga a la masculinidad.

Teniendo en cuenta que la masculinidad se construye a través de los procesos de socialización, podemos entender como el resultado es la generación de una diversidad de masculinidades que van a estar influenciadas por la profesión que se elija estudiar y ejercer, el lugar de trabajo o el puesto que se desempeñe en el mismo.

Continuar leyendo «MASCULINIDAD ENFERMERA. LA IMPORTANCIA DE LA DIVERSIDAD»

× ¿Cómo puedo ayudarte?