HÉROES DEL SILENCIO vs HÉROES MEDIÁTICOS

Cuando llevamos más de una semana de estado de alerta en el que los profesionales de la salud han sido identificados y reconocidos como héroes nacionales, con indudable merecimiento, dada su implicación y exhaustivo trabajo por promover, mantener o restaurar la salud de la población, empiezan a aparecer ciertos comandos independientes que juegan a héroes por su cuenta.

Los profesionales de la salud en ningún momento pretendieron cambiar sus uniformes o medidas de protección ante el coronavirus por una capa o traje especial que les otorgara poderes especiales. Su actitud de entrega inmediata y permanente estuvo y está ligada a su compromiso profesional con la salud y la vida y a ello se dedican con encomio y gran eficacia a pesar de las circunstancias, del cansancio y de la escasez de medios en muchos casos. Se trata por tanto de héroes del silencio. Silencio voluntario de su voz, de su imagen y de su aportación a pesar de lo cual la sociedad ha percibido el mensaje que sus cuidados transmiten y se lo reconoce diariamente con un aplauso colectivo de agradecimiento como forma de romper ese silencio desde el que trabajan, que no es otro que el silencio de la dedicación y la ausencia absoluta de protagonismo.

Pero siempre hay quien no se resiste a guardar ese silencio profesional y de atención a quienes lo necesitan, y deciden romperlo por su cuenta transmitiendo mensajes sin fundamento y al margen de los canales oficiales de información contrastada.

Se trata de los héroes mediáticos que quieren su minuto de gloria, romper el anonimato que impone el silencio y lanzar a las redes su mensaje particular, inconsistente, llamativo, sin rigor y con manifiesta voluntad de destacar por lo que se dice y no por lo que se hace.

Con sus mensajes tan solo trasladan falsas esperanzas o malos augurios, pero en ningún caso tranquilidad. Contribuyen a la confusión, a la incertidumbre, a la inseguridad, a la duda, al enfrentamiento… tan solo por lograr un espacio que les visibilice y les de una notoriedad artificial y esporádica, aunque con una importante difusión a través de las redes en las que sitúan sus alaracas mediáticas.

Su éxito es tan efímero e inconsistente como la verdad del mensaje transmitido. La evidencia y la verdad se anteponen a las miserias de quienes tratan a cualquier precio de escapar de un silencio que no comparten y que rompen aún a riego de poner en peligro el magnífico trabajo de la inmensa mayoría de héroes que lo siguen aplicando para dedicarse a lo que saben y puede, realmente, aportar seguridad, tranquilidad y salud.

Estos falsos héroes deberían plantearse seriamente el dedicarse a otros menesteres y dejar que quienes de verdad asumen y dedican su tiempo y su energía a trabajar por la salud comunitaria lo sigan haciendo con ese silencio desde el que se les reconoce como héroes.

La situación que estamos viviendo y sufriendo lo último que necesita es voceros, aunque tengan títulos. La voz no puede ni debe usarse arbitrariamente para confundir a una población que contribuye con su confinamiento y sus sacrificios a que pueda superarse con éxito y con los mínimos efectos colaterales.

Hacer un uso interesado y manipulado de la información es aliarse con el virus en su recorrido infeccioso. No tan solo existe el contagio de la carga vírica. El contagio de la mentira y la manipulación informativa es tan grave, sino más, como el primero, porque afecta a más personas y lo hace en muchas que no están suficientemente inmunizadas y por el contrario están totalmente expuestas a la difusión mediática de quien utiliza las redes como elemento de notoriedad personal.

Tan solo queremos héroes del silencio. Son a los únicos a los que van dirigidos los aplausos y el reconocimiento unánime. Los héroes mediáticos merecen tan solo la desconexión y la más enérgica repulsa. No hay mayor desprecio que no demostrar aprecio.

Gracias de nuevo a tantas y tantos profesionales que desde el silencio nos permiten oír, ver, sentir la importancia de los cuidados que prestan en todo momento. Gracias héroes del silencio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *